La asturiana playa de Torimbia

España cuenta con magníficas playas, no hay duda. Para muchos, Galicia y Andalucía cuenta con algunas de las mejores de la Península, pero otros, entre los que me encuentro, piensan que Asturias cuenta con un litoral envidiable, unas playas de vistas perfectas y casi idílicas, que al no ser tan turísticas como las de Cádiz o Almería, no se encuentran tan masificadas y ofrecen ese plus de serenidad que a veces se necesita.

Una de ellas es la playa de Torimbia, una de las más bellas de Asturias por el entorno en el que se encuentra, junto a unos impresionantes acantilados que la cobijan.

Puede que sea precisamente esta característica la que permita que su agua suela estar limpia de rocas y algas y que además no tenga marejadas ni corrientes submarinas que puedan peligrar nuestro baño. Allí se encuentra la Peña Prieta, un peñasco de esos acantilados mencionados con mucha vegetación y al que podríamos y deberíamos considerar un excelente mirador sobre la ensenada. Todo ello la convierten en un escondido lugar del que se puede disfrutar en ocasiones de una soberana tranquilidad.

Para llegar a pie de playa hay que atravesar toda la vegetación por un sendero forestal que baja hacia el litoral (camino que podéis ver en la imagen superior), y que lo convierte en el único acceso, salvo por mar, que hay a Torimbia.

Y después de un agradable día de playa, nada mejor que disfrutar de una buena sidra y de la gastronomía asturiana. Habremos de volver por el sendero, en este caso subiendo, eso sí, pero muy cerquita tenemos un pequeño pueblito costero, Niembro, al lado mismo de las aguas de la ría de Barro. Allí podréis visitar y admirar la peculiar silueta de la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores y el camposanto que tiene anexo a ella. Si os suena esta imagen es porque se la ha podido ver en el cine, y más concretamente, en la película de Garci, «El Abuelo».

Iglesia y camposanto en Niembro – Asturias

Ya refrescados y alimentados, no os quedará sino regresar a la bonita Llanes, a 8 kms. de allí, para cerrar el día, y preparar el siguiente por tierras asturianas.