Llafranc, el secreto de la Costa Brava

Con más de 3.000 kilómetros de costas, España cuenta con playas y calas para todos los gustos. Tanto para navegar y pasear en barco, como las Rías Altas en Galicia, o para disfrutar tomando el sol en las playas de Cantabria, o bien en las animadas noches de la zona sur, en la Costa del Sol o la Costa de la Luz. ¿Os vais a escapar a otro sitio que no sean las costas españolas?.

Vacaciones de ensueño en la Costa del Sol, con puntos de interés como Puerto Banús, Fuengirola, Torremolinos, Mijas o Nerja. Urbanizaciones sin fin, campos de golf, chalets y hoteles de todo tipo para dar cobertura a la gran cantidad de turistas que visitan esta parte de la costa española.

La costa española tiene muchos cambios. Os llevamos ahora a la comarca del Baix Empordá, el gran secreto de la Costa Brava. Grandes luces de neón por las noches que se convierten en populares destinos de playa durante el día. Pero eso no es todo, en el extremo norte de la Bahía de Palamós, la Costa Brava comienza a tener gran turismo.

El aeropuerto de Girona está a sólo 30 kilómetros de aquí. La carretera deja ver empinadas colinas que sobrevuelan las gaviotas. Las playas se divisan abajo, calas rodeadas de pinos, completamente llenas de gente, hoteles y pequeños apartamentos de color blanco, y un sol radiante que nos acompaña. Es el gran turismo del verano.

Sin ir más lejos, entre Llafranc, donde uno parece que en cualquier momento puede encontrarse a Dean Martin charlando con Brigitte Bardot, hasta el puerto pesquero de L’Escala, al norte, encontraréis 35 kilómetros de las playas más bellas de España. Apenas hay hoteles en esta zona, apenas hay bares y discotecas. Pasear y disfrutar en algún chiringuito, algo único.

Si lo vuestro es levantaros tarde y tomar un buen desayuno al aire libre, para luego disfrutar en una pequeña cala rodeada de pinos, vuestro destino es Llafranc. Aquí no hay prisas, el pueblo vive en una aparente tranquilidad, turistas alemanes incluidos. Y es que el amanecer en Llafranc no es visto como el comienzo de un nuevo día, sino como el final de la noche pasada. Y eso que la discoteca más cercana está en Palamós, unos 15 kilómetros más al sur.

Lo mejor es pasar un par de horas tumbados sin hacer nada, antes de ir a almorzar un buen marisco fresco en Tragamar, en la playa de Canadell. Acompañarlo con un buen vino rosado, para luego volvernos a la playa, y disfrutar de la siesta. Con la tarde, es la hora de un cóctel, que se puede tomar ya en la terraza del hotel, el Hotel Llafranc por ejemplo.

Ya en la noche, la mejor manera de ver las estrellas reflejadas en el espejo de la bahía, es tomando una copa de crema catalana. Llafranc es el secreto mejor guardado para muchos, por eso lo paladean con gusto. Tendréis lo mejor de la Costa Brava a vuestros pies.

Playas de Llafranc

Llafranc suele tener mucha gente en temporada alta, sobre todo en la pequeña playa de Tamariu. Si os vais un poco más al norte, a cinco kilómetros tenéis las playas de Aiguablava, Fornells y Playa Fonda. Y un poco más allá, la pequeña playa de Aiguafreda, justo al norte de Sa Tuna.

Dónde dormir

Nosotros os aconsejamos el hotel de tres estrellas Hotel Terramar, así como el Hotel Llafranc, al otro lado de la calle. Una habitación doble, con vistas al mar, en temporada alta puede estar en torno a los 100 euros por noche. En Aigua Brava no pasar por alto el Hotel Aigua Blava, ideal para los que vengáis con niños. Hay que reservar con antelación. Una habitación doble, con terraza, y vistas, puede estar en temporada alta rondando los 139 euros.

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