El Parador Nacional de Alarcón

Hoy queremos continuar nuestra particular ruta por los Paradores Nacionales en España, visitando una magnífica fortaleza medieval del siglo VIII, encaramada sobre una colina, con habitaciones maravillosamente decoradas y unas vistas espectaculares. ¿De quién os estamos hablando?. Pues se trata del Parador Nacional de Alarcón, situado en la ciudad del mismo nombre, en la provincia de Cuenca.

Se trata de uno de los más antiguos paradores, con apenas 14 habitaciones dobles, lo que lo convierten en un alojamiento ideal para una escapada romántica y tranquila, lejos del mundanal ruido. Viene fenomenal entonces para estas próximas fechas de San Valentín.

Cuenta también con una magnífica torre, que consta de una sola habitación por planta, lo que añade aún más encanto, privacidad y tranquilidad a nuestra estancia. Las habitaciones están maravillosamente decoradas, fieles al estilo romántico y medieval. Eso sí, os recomendamos que, a la hora de hacer vuestra reserva, especifiquéis si queréis las habitaciones de la torre.

Cuenta una leyenda popular que esta habitación de la torre está encantada, que los muebles se mueven y cambian de repente de lugar. Esto, en vez de inspirar terror, le da un carácter quizás más misterioso y encantador. Por regla general, la habitación suele estar vacía, a menos que alguien la solicite expresamente.

Hasta la ciudad de Alarcón se puede llegar perfectamente a pie desde el Parador. A diferencia de otros destinos turísticos, Alarcón conserva su encanto medieval. La gente se congrega en sus calles, muy tranquilas, en un ambiente muy íntimo y acogedor.

Podéis pasear por sus callejuelas, atravesando la Puerta Picazo, y convertir vuestra estancia en Alarcón en una auténtica escapada romántica. Recorriendo la ciudad nos imaginamos cómo se debió de sentir el infante Don Juan Manuel, quien escribió en el Castillo de Alarcón obras como El Conde Lucanor.

Castilla es una tierra en donde el espíritu medieval sigue presente. Perderos por su encanto místico, y trasladaros en el tiempo. El Parador Nacional de Alarcón podría ser un buen lugar para ello.

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