Carmona, brillando en lo más alto

Carmona en Sevilla

Emplazada en un cerro dominando la fertil vega constituída por las tierras de los Alcores, la Vega y las Terrazas y controlando las principales vías de comunicación de la zona se encuentra la monumental y bella ciudad de Carmona, posiblemente la más importante y atractiva población de la provincia de Sevilla; se trata de uno de esos lugares lleno de belleza y encanto que no hay que dejar de ir  para perderse a pie por sus calles estrechas y plazas, ver sus casas solariegas con sus bonitos patios, visitar sus numerosas iglesias y conventos y sus muchos monumentos.

Para encontrar el origen de Carmona habría que remontarse a la edad del cobre, aún cuando es en los comienzos de la edad del bronce cuando se produce una concentración de la población que se reafirma en el siglo VIII a. C. con la llegada de orientales. La ciudad adquiere una gran relevancia con la llegada de los cartagineses que hacen de ella un importante enclave y posteriormente con los romanos vive un fuerte período de esplendor, así como en la época árabe hasta la expulsión de éstos en 1247 por Fernando III; también durante el reinado de Pedro I la ciudad toma otra fisionomía más cercana a la actual que se completaría en los siglos XVII y XVIII con la edificiación de iglesias y conventos y otros edificios de arquitectura civil.

Pero para vivir toda su historia lo mejor es adentrarse en su monumental y bello casco histórico de calles estrechas y empinadas, de casas blancas y nobiliarias que conforman un bello conjunto de arquitectura popular. Para ello lo mejor es hacer la entrada a través del Alcázar de la Puerta de Sevilla, que es fiel reflejo de la historia de la ciudad, donde han dejado sus huellas cartagineses, romanos, árabes y cristianos y es la imagen más conocidad de Carmona. Frente a éste se encuentra la Iglesia de San Pedro, del siglo XV y reformada en el siglo XVIII, en la que destaca su torre a imitación de la de La Giralda, con Giraldillo incluido, en su interior una bella cúpula barroca y numerosos retablos. Junto a esta iglesia se encuentra el Hospital de San Pedro, del siglo XVII con una notable fachada de azulejos y un bonito patio.

Muy cerca, en la Plaza de Abajo, el Convento de la Purísima Concepción, con una mágnífica bóveda estrellada y un estupendo artesonado de madera y un bello claustro junto a su iglesia. Pasando al otro lado de la Puerta de Sevilla, dentro del casco histórico, la más cercana es la Iglesia de San Bartolomé, inicialmente de estilo mudéjar y reestructurada posteriormente al estilo barroco, es destacable en su interior el retablo mayor y sus capillas.

Caminando por la calle Prim, la más comercial, llegamos a la Plaza de San Fernando, de aire señorial dado por la bonita fachada renacentista del antiguo Ayuntamiento; en la Plazuela del Salvador se encuentra la Iglesia del Salvador, de estilo churrigueresco y de grandes dimensiones, levantado en el siglo XVII; cogiendo por la calle de enfrente, la calle Ramón y Cajal y adyacentes pasamos por las casas nobles de la Casa Palacio Marqués de San Martín, la Casa de los Villa, la Casa de los Briones, la Casa Grande y la Casa del General Chinchilla, para llegar hasta la Iglesia de San Felipe, una gran muestra mudéjar con un valioso retablo barroco y artesonado.

Desde aquí, encaminamos los pasos hacia el Alcázar del Rey Pedro I, hoy Parador de Tursimo, al que se accede por un arco de la antigua muralla; desde la balconada se aprecia una estupenda vista de la vega. Siguiendo por la calle G. Freire pasamos por delante del Palacio de Don Alonso Bernal Escamilla, bonita casa con una puerta con columnas estriadas, junto a ésta está el Convento de San José, del siglo XVII; por la Plazuela de Santiago, donde se encuentra la Iglesia de Santiago, templo construído con tres puertas, una ojival junto a la torre, otra del siglo XVIII con un mosaico de la batalla de Clavijo y otra renacentista del siglo XVII. Un poco más adelante llegamos a la Puerta de Córdoba y por tanto al lado opuesto del recinto amurallado a través del que entramos; junto a la Puerta de Córdoba estuvo el Álcazar de la Reina, destruído por mandato de Los Reyes Católicos.

De aquí parte la calle Dolores Quintanilla, pasamos por la Casa de Aguas, el Convento de Santa Clara, con mirador barroco y doble portada, claustro encalado y doble galería; a continuación el Convento de Las Descalzas o Convento de la Santísima Trinidad, de enormes dimensiones, construído en siglo XVII y remodelado en el siguiente, guarda un magnífico retablo mayor y un conjunto de tallas de gran valor, un púlpito de forja y un coro barroco; para llegar, enfrente de este convento, a la Iglesia Parroquial de Santa María, la obra religiosa más importante de Carmona, construída a principios del siglo XV sobre los cimientos de una antigua mezquita de la que se conserva el bonito patio de abluciones. mezcla de estilos gótico y barroco, muestra una complicada y bella arquitectura entre pilares y un extraordinario retablo mayor.

Detrás se encuentra la Casa Palacio Marqués de las Torres que alberga el Museo de la Ciudad, a un lado la Casa Palacio de los Rueda y enfrente la Casa Palacio de los Aguilar; haciendo esquina con ésta, por una callejuela estrecha, se llega a la Casa de Las Descalzas, hoy Casa de la Cultura, la Casa Palacio del Barón de Gracia Real y la Casa Palacio de los Lasso, con una gran portada de piedra y numerosos patios en su interior.

Existen otras muchas más casas-palacios, como la Casa de los flamencos, la Casa de Don diego Zafra, la Casa del Ave María, la Casa Salada, la Casa Palacio de los Domínguez, la Casa de los Caro, entre otras y otras iglesias y conventos, como la Iglesia y Casa de San Blas y el Convento Madre de Dios o las ermitas de San Mateo y Nuestra Sra. de Gracia. Ya en las afueras de la ciudad es destacable la Necrópolis Romana.

Para nuestra Parada y Fonda del día, tanto para dormir como para comer vamos a proponer dos lugares con mucho sabor, muy identificados con la ciudad donde nos movemos; esto es, para dormir una casa noble con patios y rejas, y para comer lo que fué una almazara.

Hotel El Rincón de las Descalzas.   Calle Descalzas, 1  CARMONA (Sevilla).

Hotel el Rincón de las Descalzas en Carmona

Situado en el centro del casco histórico de la ciudad, junto a la Iglesia Parroquial de Santa María, en una bonita casa con varios patios, rejas, plantas y fuentes, que crean un ambiente armónico con lo que es la ciudad y su pasado y que al mismo tiempo propician un celestial descanso. Se respira silencio y tranquilidad que tan solo se ve perturbado por las campanadas de las horas que marca el reloj de la muy próxima Iglesia de Santa María que queda compensado con el bonito y alegre cántico del amanecer que dan un numeroso coro de pajarillos que pernoctan entre las ramas de una inmensa hiedra que trepa por la pared del primer patio. Dispone de un pequeño y cálido saloncito y un espacio para los desayunos.

Restaurante El Molino de la Romera.   calle Sor Ángela de la Cruz, 8    CARMONA (Sevilla).

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Ubicado muy cerca del Parador de Turismo, casi enfrente, en lo que fué una antigua almazara árabe del siglo XV, reformado y ampliado en el siglo XVIII, conservándose la estructura original, piezas, suelos y zócalos. Instalado en el ala derecha del edificio, dispone de dos salones, el de los Rulos y el de La Viga, contando uno de ellos con la barra y chimenea y con tablao debajo de la torre el segundo que se ofrece como salón restaurante con un espacio cálido y acogedor. Para el buen tiempo también cuenta con el patio del aljibe, con sombras propiciadas por yedras y parras. Su cocina es tradicional de la zona, donde prevalecen los revueltos y las carnes a la brasa o de caza en temporada. Servicio amable.

Tortas, bollos de aceites, el típico dulce «guiso de castañas» de las monjas del convento de Santa Clara y otros de la repostería local se pueden encontrar y comprar en muchos de los conventos de la ciudad, gozando se mejor fama los que se elaboran en el mencionado convento de Santa Clara y los del convento de la Concepción.

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