Teguise, lustrosa sencillez
Sobre una extensa penillanura situada en el centro de la isla de Lanzarote, se encuentra la antigua ciudad de Teguise, inicial asentamiento aborigen conocido por la Gran Aldea, que convirtió en 1418 Maciot de Bethencourt en la actual Teguise, primer núcleo urbano de la isla, de la que fue su capital hasta 1852, conservando todo su sabor señorial de anchurosas y despejadas calles empedradas, bien cuidadas, con hermosas casonas y bellas casas de una arquitectura popular que impactan por su sencillez y su deslumbrante y lustrosa blancura, que junto con sus bonitas plazas y su riqueza artÃstica y monumental le han valido para ser declarada en los años ochenta Conjunto Arquitectónico Histórico-ArtÃstico.
A tan sólo 1,3 kms. de la villa se encuentra el Castillo de Santa Bárbara, levantado en el año 1551 por Sancho de Herrera sobre el apagado volcán de Guanapay, desde el que se domina una buena parte de la isla, haciéndose visible desde la distancia, y que hoy alberga el Museo del Emigrante Canario. Pero es paseando por sus calles y plazas y visitando sus monumentos como se disfruta de todo su sabor antiguo y de  su singular encanto.
En el eje central de nuestro recorrido está la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Plaza de San Miguel, en torno a la que se agrupan sus calles; construÃda en el siglo XVI, destaca su bella torre de cinco cuerpos de piedra roja y negra. El Convento de Santo Domingo, del siglo XVII, con fachada de composición doble, su interior de dos naves que alberga un bonito retablo dorado de influencia indiana.Del Convento de San Francisco, convertido hoy en Museo de Arte Sacro, de finales del siglo XVI, queda su iglesia, de dos naves en su interior y un retablo barroco de tres cuerpos.
Entre los ejemplos más representativos de su arquitectura civil se encuentra el Palacio SpÃnola, en la Plaza de San Miguel, del siglo XVIII, de fachada rectangular y austera, fue residencia del Gobernador de la isla y hoy lo es de la Presidencia del Gobierno de Canarias de Lanzarote; y la Casa del Marqués de la Herrera, en el que destacan su artesonado y la galerÃa de arte.
A poca distancia, ya en la costa, en un enorme contraste con la antigua Teguise, se encuentra Costa Teguise, repleto de hoteles, clubs, complejos de apartamentos, zona comercial y de ocio, espacios verdes y amplias avenidas, y asà mismo, casitas sencillas y encaladas que contornean sus playas, que contrasta todo ello a su vez con los alrededores áridos y de desérticas cenizas, pero convertido en un animado centro turÃstico.
Es por lo que en «Lugares con encanto. Parada y fonda«, proponemos para la ocasión hacer estancia en Costa Teguise, donde podemos encontrar una más amplia gama de posibilidades de distracción y actividad.
Hotel Beatriz Costa y Spa. calle Atalaya s/n. Costa Teguise (Lanzarote).
En un moderno edificio de seis plantas con 20.000 m2. de jardin tropical con vegetación propia de Canarias y 2.000 m2 de piscina de agua salada, dispone de 348 habitaciones dobles y suites, bien equipadas, confortables y elegantes; contando en sus instalaciones con todo tipo de servicios para facilitar una estancia agradable, siendo destacable su centro de talasoterapia.
- Más información y reservas: Hotel Beatriz Costa Spa
Para disfrutar de la gustosa cocina canaria un buen referente es el Restaurante Casa del Campesino, en Mozaga, en la Carretera de San Bartolomé-Tinajo, próximo a la localidad de San Bartolomé, cercana a Teguise, que se encuentra ubicado en la Casa-Museo del Campesino, ocupando una antigua casona de arquitectura tÃpica popular restaurada por el artista local César Manrique, en el que en un amplio marco con aspecto de mesón ofrece una cocina canaria de calidad basada en una buena materia prima. No obstante, para quienes no deseen desplazarse y permanecer en la bonita villa de Teguise, el Restaurante Acatife, San Miguel, 4, en pleno centro de la ciudad, que ocupa una sobria casa encalada, con un solitario árbol a la entrada, también ofrece una estupenda cocina creativa canaria, disponiendo de varias comedores bien acondicionados y acogedores. Se trata de uno de los restaurantes más antiguos de Lanzarote.
No se puede dejar escapar la ocasión para visitar el extraordinario Parque Nacional de Timanfaya y recorrer este bellÃsimo y desolado paisaje lunar, de enormes campos de ceniza y conos volcánicos.