La Catedral de Ciudadela, en Menorca
Existen diferentes rincones que merece la pena descubrir en paraÃsos perdidos. Ciudades que dejan un recuerdo en sus visitantes de forma automática. Menorca, que está situada en las Islas Baleares, es un lugar paradisÃaco en todos los sentidos, destino elegido por muchos turistas famosos y anónimos para descansar en vacaciones y reponer energÃa bajo el sol de la isla.
Aquellos visitantes que se acerquen a Menorca deben hacer una parada obligada en la Catedral que está situada en Ciudadela. Más allá de la espiritualidad que contiene cualquier patrimonio eclesiástico también debe ser considerado como fuente del conocimiento del pasado. Un pasado que adquiere valor actual y presente gracias al legado de las generaciones precedentes que merecen un reconocimiento por su capacidad de trabajo y de creación artÃstica más allá de la técnica.
La catedral de Menorca fue construida por el rey Alfonso III de Aragón sobre una antigua mezquita árabe que dota el estilo gótico de la iglesia de un aire diferente y genuino. De este sÃmbolo islámico sólo queda el marinero que actualmente se ha transformado en el campanario. La Catedral está situada en el Casco Antiguo que confronta con la modernidad de las calles de otras partes más nuevas de la ciudad. Estableciendo un juego perfecto de tradición y modernidad. Está elaborada con material de arenisca que establece una oposición arquitectónica con otros edificios dibujando un mapa visual atractivo a nivel estético.
Las dimensiones de la catedral muestran la amplitud de un edificio cargado de espiritualidad y simbolismo. El templo tiene una nave de bóveda de crucerÃa. La solemnidad de la sede episcopal se refleja en la elegancia propia del mármol. Un material lujoso. Sin embargo, la joya de esta iglesia es la capilla de estilo barroco que otorga esplendor a un edificio cargado de historia. El paso del tiempo añade valor al arte que produce un viaje al pasado en la mente del espectador.
La Catedral de Ciudadela de Menorca constituye una parada obligatoria para todos aquellos que disfrutan de la tranquilidad de un paseo cultural. Además, la Catedral también es un punto de encuentro para los creyentes que quieren dedicar unos minutos a la oración y la esperanza.
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La Catedral de Menorca no fue construida por Alfonso XIII, sino por Alfonso III, en 1287.
Tienes toda la razón, Antonia. Corregido queda.
Saludos y gracias.