Potes, tan histórica como natural

Potes

España nos depara sorpresas a lo largo del recorrido geográfico de norte a sur. Hoy hablaremos precisamente de una de esas agradables sorpresas que nos depara el norte, que parece uniforme a primera vista pero que de seguida veremos que contiene particularidades propias de un municipio a otro.

Hoy hablaremos de Potes, capital histórica, geográfica y monumental de Liébana. Su proximidad a los Picos de Europa incrementa su valor patrimonial y por este motivo su casco urbano ha sido declarado monumento histórico-artístico.

Merece la pena que primero de todo hagamos una incursión histórica para entender y poder disfrutar el doble de los monumentos que nos ofrece dicha localidad.

Potes, geográficamente, estaba llamado desde un principio a ser el principal poblamiento de la comarca de La Liébana. La repoblación de la zona fue ideada y organizada por Alfonso I en el siglo VIII, donde gente de la meseta fue atraída y empujada a fomentar el desarrollo comercial. Ya en 1291, según un documento de Sancho IV, menciona los privilegios de la villas y las normas que habían de seguirse para asistir al mercado. Pasado el siglo XIV, la comarca se verá inmersa en cruentas luchas feudales entre las familias Manrique y Mendoza.

Desde finales del siglo XIX, Potes intensificará su vocación como centro administrativo y de servicios para una comarca que encuentra esta necesidad por la dispersión que la caracteriza.

Así pues, veamos lo que se puede visitar en el pueblo, en esta Potes de gran importancia histórica. Podemos ver, por ejemplo, la torre del Infantado, una recia construcción del siglo XV que sobresale del conjunto urbano y donde en la actualidad se encuentra el Ayuntamiento.

Al lado de la torre se encuentra la antigua Iglesia parroquial de San Vicente, restaurada para acoger ahora el Centro de Estudios Lebaniegos. Si seguimos hacia el oeste, llegaremos al barrio del Sol, donde se levantan algunas casonas solariegas como la torre del Orejón de La Lama. Hermoso y más humilde es el barrio de La Solana, con sus sencillas casas incrustadas en estrechas callejuelas salpicadas de bellas y recoletas plazuelas. Este conjunto constituye una valiosa muestra de arquitectura popular de la zona y ofrece una bonita y buena visión del conjunto de la villa.

En fin, Potes es una constante sorpresa. Encontraremos en sus gentes y edificios algo como propio, separado pero unido al ser cántabro que les toca por territorio.

Foto Vía: Bellera

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