La Selva de Oza, en el pirineo aragonés
Una de las rutas senderistas en las que disfrutarás de los mejores paisajes del paÃs, es sin duda la ruta que empieza en el Valle de Hecho, en el pirineo aragonés, y nos adentra en la Sierra de Oza, atravesada por el rÃo Subordán, conocido como el rÃo que atraviesa Aragón, con gran tráfico marÃtimo de peces, sobre todo truchas.
Este enclave posee las cumbres montañosas mas altas del paÃs, de casi 3.000 metros de altura, como la punta Agüerri, o el monte BisaurÃn, de 2.668 metros de alto.
Esta gran reserva natural es básicamente una selva formada sobre todo por árboles, como los pinos, abetos, hayas, arces o abedules, que se aprecian entre otras tantas especies de la abundante flora del lugar, como los matorrales, las setas, frutos y flores.
Entre su variadÃsima fauna encontramos todo tipo de especies animales, como osos, jabalÃes, zorros, tejones, hurones, ardillas, y hasta nutrias, a las que acechan aves tan espectaculares como las rapaces águilas, los quebrantahuesos o los buitres.
La Sierra de Oza es un paisaje que casi siempre encontramos cubierto por la nieve, ya que aparte de su altura, el clima del lugar es muy frÃo, por lo que cada año su gruesa capa de hielo al derretirse, de primavera a verano, forma pantanos, riachuelos, nacimientos y estanques que se comunican mediante cascadas de agua helada. Todo visitante recomienda el lugar, pues es un espectáculo único de naturaleza en estado puro.
Además de su riqueza de ecosistemas naturales, esta sierra del pirineo tiene también un gran valor histórico, pues encontramos en el lugar varios dólmenes, e incluso restos de las vÃas romanas que marcaban el camino a los peregrinos que andaban el Camino de Santiago, para llegar al otro lado del enorme bosque.
No solo podrás realizar largos paseos y rutas senderistas por este gran paraÃso natural, otra de las actividades preferidas por los visitantes es el barranquismo, pues podrás atravesar y/o escalar las enormes rocas y acantilados que atraviesan las aguas de los barrancos, como el desfiladero Boca del Infierno, que cada año suben montones de excursionistas que se atreven a desafiar sus 60 metros de alto.
Foto VÃa: SetasySitios