Altea, parada y fonda con encanto en Alicante

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Una de las localidades más bonita y turística de la Costa Blanca es Altea (Alicante). Esta atractiva población nos ofrece buen clima, tranquilidad, buenas vistas al mar y bellos rincones entre sus calles y casas blancas, de tejas morunas, en su bien conservado casco antiguo encaramado en lo alto de una colina con una una larga playa de guijarros extendida a sus pies. Su ámbito costero queda enmarcado entre la Punta del Albín y el morro Toix, quedando al norte la villa custodiada por la Sierra Bernia que la protege de los vientos y le permite un plácido clima, estando en un costado emplazada junto a la desembocadura del rio Algar.

Altea la podríamos dividir claramente en tres partes: la zona costera, en la parte baja, con el antiguo barrio de pescadores de calles paralelas al mar y con un largo paseo junto a la playa  lleno de terrazas; la zona comercial, que se extiende alrededor del Ayuntamiento, en el que se ha creado un núcleo urbano moderno, teniendo en cuenta y respetando la parte antigua;  y la zona del casco antiguo, en la parte alta, donde hay que perderse entre sus calles y casas enjalbegadas, detenerse y disfrutar de sus bellas vistas desde sus miradores y calarse de su ambiente especial y bohemio.

Sin lugar a dudas, el recorrido de este privilegiado casco antiguo hay que hacerlo a pié y un buen comienzo puede ser subiendo por una larga y anchurosa escalinata de piedra, por la calle del Mestre La Música.

Los dos grandes referentes de Altea,  a que este agradable y apacible paseo nos ha de conducir o bien del que podemos partir, son la Plaza de la Iglesia, a la que se llega a través de la Calle Mayor y se accede atravesando un portal del antiguo recinto amurallado; en la que encontraremos la esencia del ambiente bohemio que la caracteriza y que lo favorece el mercadillo que en ella se establece todos los años tanto en Semana Santa como en los meses de verano el colectivo de artesanos de Altea con la exposición y venta de sus creaciones, al que acuden con el mismo motivo otros muchos más de las poblaciones cercanas. El camino de subida o bajada está dispuesto de casas escalonadas, palmeras y muros blancos. El otro referente, en la Plaza Mayor, la joya monumental e imagen de la localidad es la Iglesia de la Virgen de la Consolación,  construida en el año 1910  sobre la antigua parroquia que así mismo fue reedificada a finales del siglo XVI, formada con tres naves y con una abundante decoración interior y adornos en yeso; aunque lo que le imprime carácter y la hace emblemática son sus cúpulas, de tejas vidriadas azules y blancas al estilo mediterráneo, habiéndose realizado artesanalmente pieza a pieza los dibujos que la engalanan.

La estampa nocturna que nos ofrece esta bella población, en un paseo relajado al fresco de la noche si el dia lo hemos precedido de una buena dosis de sol y playa, es de lo más sugerente, motivo por el que proponemos ineludiblemente Parada y Fonda.

Hotel Abaco Inn.   c/ Salva, 13   Altea (Alicante).

Hotel Abaco Inn

Bonito y coqueto hotel, situado en el corazón del casco antiguo, en un edificio del siglo XVIII, que era antiguamente un horno de pan. Dispone de seis habitaciones muy  bien dispuestas y equipadas, con camas King-Size con  colchones de latex y cuarto de baño con bañera de hidromasaje,  decoradas singularmente y de forma diferente, acorde con lo que nos sugiere el nombre de cada una de ellas, tales como son: Copa América,  César, Kashbah, Moulin Rouge, Provence y Vieja Habana. Cuenta con  dos salones, uno con chimenea para la lectura y descanso, y otro para desayunos. Dispone de un  parking subterráneo.

Restaurante Oustau.   Calle Mayor, 5   Altea (Alicante).

Restaurante Oustau

Ubicado en el casco antiguo, en un edificio de más de doscientos años de antiguedad, que fue convento y escuela,  cuyos gruesos muros formaban parte de la muralla, con patio interior ajardinado. El restaurante funciona desde hace más de treinta años y su nombre se debe a una palabra de origen provenzal que significa hostal o posada. En su estructura se han mantenido los arcos y vigas existentes y se ha decorado con vivos colores tìpicos de la zona que lo hacen cálido y acogedor, aunque tal vez apuren en exceso el espacio entre mesas. Su cocina de fuerte influencia francesa con platos bien presentados es un buen referente en la zona.

Cuando pensábamos en un dia completo en Altea, en el paseo nocturno y en  el día de sol y playa, tenemos que decir que de éstas hay buenas y muchas, tales como la de Cap Blanc, La Roda, Cap Negret, La Olla y Mascarat y que, además, durante los meses de Julio y Agosto hay una oferta musical de calidad y al aire libre con un programa muy atractivo «Música a Boqueta Nit», en la Plaza del Agua, que ya está en su XXVIII edición, durante todas las noches a las 21,oo horas. Buen remate para un largo y soleado día y excepcional comienzo para una entusiasta y seductora noche.

Foto principal de José Manuel

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