El clima en La Rioja

clima en La Rioja

En muchas ocasiones es bueno conocer de antemano el clima con el que nos vamos a encontrar allá donde vayamos. Especialmente si nuestro destino es algo desconocido o de tiempo impredecible. No se puede decir que La Rioja pertenezca a alguno de estos dos casos, pero para que no tengamos dudas queremos hacer un pequeño análisis del clima de esta región.

A rasgos generales, lo que más llama la atención a este respecto es el hecho de estar situada La Rioja entre el Mediterráneo y el Cantábrico, por lo que recibe influencias de ambos. Lo que provoca que nos encontremos con dos zonas climáticas: el Valle del Ebro (este río está solo a cien kilómetros de la costa atlántica) y la Sierra.

Toda esta variedad climática teniendo en cuenta que La Rioja es una de las comunidades españolas más pequeñas. Variedad que proviene de esa mezcla de elementos mediterráneos y atlánticos y por el contraste de su relieve, tanto llano como de montaña (La Rioja aparece delimitada por el Sistema Ibérico y los Pirineos)

– PRIMAVERA

La primavera riojana se caracteriza especialmente por las intensas y abundantes lluvias de los meses de abril y mayo. Las temperaturas van subiendo poco a poco a medida que comienza la estación, llegando a mayo-junio con valores fácilmente superiores a los 20-25 grados.

Es precisamente este ambiente el que genera la inestabilidad de los días, pasándose de los cielos nublados y con lluvias durante varios días seguidos, a temporadas soleadas. En la Sierra no suben tanto las temperaturas como en el Valle del Ebro. Si no fuera por estas lluvias, sería una magnífica época para estar en La Rioja.

– VERANO

Especialmente en los meses de julio y agosto las temperaturas en La Rioja se elevan bastante, superándose los 35 grados, con especial incidencia en la zona de la Sierra. Las lluvias casi desaparecen por completo, predominando el carácter seco. Cuando se dan suelen venir en forma de tormentas esporádicas.

– OTOÑO

Septiembre aún mantiene un poco la estabilidad del verano. Las temperaturas no sufren un bajón considerable, sino que descienden progresivamente. Se empieza a notar ya el fresco en octubre, sobre todo por las noches y por las mañanas, cuando aparecen las primeras heladas (acentuadas en la zona de la Sierra, donde ya se atisba la llegada de la nieve).

El noviembre riojano es la puerta de entrada al invierno. El descenso de las temperaturas ya es considerable con respecto a septiembre, y las heladas y la niebla dan paso a muchos días. Predominan los días nublados y las precipitaciones, no tan intensas como en primavera, pero sí muy frecuentes.

– INVIERNO

El invierno en La Rioja es bastante frío. La nieve hace acto de presencia, especialmente en zonas de la Sierra y otros puntos del Valle del Ebro. Durante la noche y las mañanas las temperaturas pueden bajar con facilidad de los cero grados, mientras que durante el día no suben de los diez. Las precipitaciones suelen aparecer por lo general en forma de nieve.

Enero es el mes invernal más frío en La Rioja. Las temperaturas no suben de los cinco grados, y bajan de cero de noche y por la mañana. Hay nieblas, nevadas y heladas, así como lluvias especialmente en la zona occidental. La nieve también aparece especialmente en esta zona y la montaña.

Es difícil precisar por tanto una uniformidad climática en La Rioja dadas las diferentes variantes que presenta. Sí se puede decir que hay una estación fría y húmeda que va desde octubre a mayo, y una seca y calurosa que se presenta especialmente en los meses de julio y agosto (mínimo de precipitaciones y nubosidad).

Si el invierno es frío y el verano caluroso, está claro que la primavera y el otoño riojano es suave, con subida progresiva de las temperaturas en primavera y descenso en otoño. Ambas estaciones se caracterizan especialmente por la abundancia de lluvias, especialmente en primavera.

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