As Burgas, aguas termales en Ourense
Spa, Salute per aqua, es un término latino que atribuye la curación de dolencias y enfermedades mediante las propiedades intrínsecas del agua. Los orensanos lo saben desde el origen de su ciudad. El agua de As Burgas ha sido utilizada como una receta de uso popular para curar enfermedades de la piel, reuma y artritis.
Sus aguas minero-medicinales contienen sodio, potasio, bicarbonato, sílice, cloruros y floruros. De ahí, su intenso olor a “huevos podridos” que se ve acentuado por la temperatura a la que brota el manantial: unos 67º con un caudal de 300 litros por minuto. Por esta altísima temperatura antiguamente las aldeanas las utilizaban para escaldar pollos y desplumarlos sin esfuerzo.
El origen del manantial no está claro. La corriente más extendida lo sitúa cerca de un volcán en reposo en la base de Montealegre, que según los más agoreros, en algún momento podría volver a entrar en erupción arrasando la ciudad.
Tampoco se conoce con certeza la etimología del nombre: algunos lo vinculan a la palabra celta «beru», caliente; pero la versión más extendida y aceptada es procedente del latín «burca», pila, que alude directamente a los baños romanos.
El lugar sigue siendo objeto de estudio, y los últimos descubrimientos arqueológicos han permitido delimitar dos zonas clave en As Burgas: una zona de termas públicas, que establecería la fundación de Ourense entre el siglo I y III dC, y un antiguo espacio sagrado que hace alusión al dios prerromano de las aguas, Reve, lo que presupone un culto a las aguas termales anterior a la llegada de los romanos.
El complejo escultórico está formado por tres manantiales: la Burga de Arriba del siglo XVII, es la más antigua; la Burga do Medio, pegada al muro y de estilo moderno, y la Burga de Abaixo, que data del siglo XIX pero es de estilo neoclásico, tiene dos caños y una pila labrada en el centro, con otro caño adicional. Completa el complejo las réplica de cuatro aras romanas encontradas en la ciudad: la primera y más relevante creada en honor de las Ninfas de esas aguas y ofrendada por Calpurnia Abana Aeboso, el primer personaje orensano del que se tiene registro, posiblemente una noble o patricia nacida en la ciudad.
Las Aguas de As Burgas fueron declaradas conjunto histórico-artístico en 1975. Aunque estuvieron a punto de peligrar a principios de 2005, a causa de unas excavaciones no autorizadas para construir un nuevo balneario en las inmediaciones. Perforaron por error uno de los pozos que alimentan los caños principales de las fuentes y se perdió un 40% del agua del manantial. Sólo a raíz del terremoto de Lisboa de 1755 se había perdido tanto caudal de agua. Este hecho preocupante propició un expediente de declaración como Bien de Interés Cultural por parte de la Xunta de Galicia.
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