Un paseo por Toledo, primeros pasos

Sin duda, cualquier viajero que se precie debe visitar alguna vez en su vida una ciudad como Toledo. No lo decimos como algo recomendable, sino que diríamos que sería hasta obligatorio. La monumentalidad de Toledo, sus estrechas callejuelas, la historia que ha encerrado en el transcurso de los siglos y la vasta cultura que se apodera de sus rincones, son encantos más que suficientes y atrayentes para visitarla. Hoy la intentaremos recorrer, daros un breve paseo por ella. Pero os aseguro que in situ viviréis Toledo como nunca.

Vista de Toledo

Vista de Toledo desde una de las colinas que la rodean

En el año 192 a.C se levantó la ciudad romana de Toletum, invadida por los árabes en el 711. Hasta el año de su Reconquista, en 1085, Toledo sufrió un importante avance cultural. En la Edad Media, Toledo se convierte en uno de los núcleos más importantes de la Península. Aquí viven los nobles más influyentes de España y los más altos jerarcas de la Iglesia. En el siglo XVI, Felipe II decide instituir a Madrid como capital de la corte, momento en el cual Toledo sufre una pequeña decadencia, pero no por ello se aplaca ni mucho menos su belleza y esplendor.

La Plaza de Zocodover, el zoco de las bestias, es el centro neurálgico de la ciudad. En la Edad Media se desarrollaban aquí los mercados más importantes, se hacían corridas de toros y se celebraban las fiestas más trascendentales. Desde ella accedemos por la Calle de la Sillería a la Iglesia de San Nicolás, y sobre todo a la Calle de Alfileritos, llamada así por los alfileres que hay clavados en una hornacina con la Virgen situada en las paredes de San Nicolás.

Cuenta la leyenda que en el siglo XVI, una joven bordadora colocó allí uno de sus alfileres con los que se había pinchado para calmar su dolor. Todas las mañanas la muchacha acudía allí para rezar, sin saber que un joven la observaba todos los días. El joven se enamoró de ella y le pidió casamiento. Desde entonces, todas las muchachas solteras de Toledo depositan allí sus alfileres, esperando ser vistas por algún joven toledano.

Atravesando el Arco de la Sangre se accede al Museo de Santa Cruz, donde se guardan numerosas obras de El Greco. Detrás del Museo se levanta el Convento de la Concepción, y muy cerquita de allí el Alcázar, erigido por deseo de Carlos V. De planta rectangular, con poderosas torres en los ángulos, adquiere fama en la Guerra Civil española. En el interior tiene su sede el Gobierno Militar y el Museo del Asedio, que se conserva tal y como quedó tras la cruenta batalla de la Guerra. En la primera planta del Alcázar también se encuentra la Biblioteca de Castilla la Mancha.

Catedral de Toledo

La Catedral de Toledo siempre nos sale al encuentro…

Las callejuelas adyacentes al Alcázar tienen una magnífica historia. Son lugares recónditos, casi oscuros a plena luz del día. Rincones llenos de historia. Gustavo Adolfo Bécquer era uno de sus principales enamorados. Aquí tenían lugar los duelos a muerte entre los numerosos caballeros. Hoy en día son callejuelas repletas de tiendas con objetos y recuerdos típicos de la ciudad, calles que nos llevan hasta la Plaza de la Catedral, plaza donde se sitúa el Palacio Arzobispal y el Ayuntamiento, construido por Juan de Herrera y concluido por el hijo de El Greco.

La Catedral merece una visita aparte. Es un grandioso templo gótico levantado entre 1247 y 1493. La fachada se comenzó en 1418, con la Puerta del Perdón, dividida en dos puertas: a su derecha la del Juicio o de los Escribanos, con relieves del Juicio Final, y a su izquierda la Puerta de la Torre. Además, un poco más al sur se hallan la Puerta Llana, la Puerta de los Leones y la Puerta del Reloj, la más antigua del edificio. La Capilla Mayor se observa desde la bellísima reja de Villalpando. La vista desde aquí del impresionante retablo es única. En el centro de la nave observamos la maravilla del coro y los dos órganos. En el altar se encuentra la talla de la Virgen Blanca.

Por unas escaleras bajamos a la Capilla del Santo Sepulcro, donde se encuentran los restos de Santa Úrsula, martirizada en el siglo IV. Una puerta nos comunica con la Sala Capitular, hermosamente decorada y con tres capillas a su alrededor, la de San Ildefonso, la de Santiago y la de los Reyes Nuevos, en cuyo interior reposan los restos de Enrique II, Juan I y Enrique III. En la antigua sacristía visitamos el Museo Catedralicio, donde se exhiben quince cuadros de El Greco, obras de Goya, Zurbarán, Velázquez, Tiziano y Rubens. Junto al Museo se halla la Capilla del Sagrario donde se venera una antigua imagen de la Virgen del Sagrario, patrona de Toledo.

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Sin comentarios

  1. micaela dice:

    hola, muy linda lapagina, y hermosa las fotos!
    muy interesantee todo jajajajajsa a

  2. brenda dice:

    les cuento q en la provincia de cordoba,argentina,hay un pequeño pueblo llamado TOLEDO, y no enocntramo ningun momnumento jajajajaja a a

  3. brenda dice:

    hermoso monumento

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