JardÃn Botánico de La Rioja
Un jardÃn botánico es siempre un lugar hermoso. Éste además tiene la peculiaridad de situarse en el corazón de La Rioja, tierra maravillosa plena de contrastes. El jardÃn, situado entre Nájera y Santo Domingo de la Calzada se levanta en medio del Camino de Santiago, cerca de ermitas, iglesias y monasterios góticos y románicos, a saber, los monasterios de Yuso y Suso (San Millán de la Cogolla), cuna del poeta Berceo y las lenguas castellanas y vascas asà como poblaciones tan históricas y actuales como Haro, Navarrete y Santa MarÃa la Real.
Rodeado de viñas, historia, tradición y cultura el JardÃn Botánico de La Rioja, es una isla maravillosa donde hacer un alto por donde sea que se vaya, es decir, ya sea haciendo el camino de Santiago, ya sea paseando, ya sea de paso.
El JardÃn está dividido en zonas que van del I al X, bien señalizadas y con información tanto a la entrada como a la salida. Cada zona tiene una referencia, evocación o tÃtulo que pretende ser tanto alegórico como explicativo. Cada zona tiene su encanto y hay que descubrirlo con los ojos espirituales de cada uno pero el tÃtulo nos dará una referencia.
En cuanto a que un JardÃn Botánico es en cierta medida también un museo vivo, éste en particular no se queda atrás. Algunas colecciones, debido al especial cuidado que requieren no están a nivel de exposición pública. AsÃ, hay un herbario (colección de plantas disecadas) que pretende tener fines cientÃficos y académicos, un banco de semillas, obviamente plantas vivas (con un catálogo on-line), un banco de semillas congeladas que forma parte de la Red de Bancos de Germoplasma, una biblioteca con todos los documentos necesarios para entender hasta el último detalle todo el jardÃn botánico, una zona dedicada a la poesÃa, otra dedicada a la fotografÃa y al fin una xiloteca (una colección de madera) propia.
En fin, el JardÃn Botánico de La Rioja es un mundo entero por descubrir. Situado donde está, además de todas las cosas por enseñar que tiene nos puede deparar una grata sorpresa. La visita al jardÃn puede ser una buena elección antes de adentrarse en la historia de cualquiera de los dos pueblos que lo rodean, es decir, Santo Domingo de la Calzada y Nájera, pueblos que están encantados de tener un jardÃn botánico que complemente su peculiar historia.