La aldea de Siresa, en Aragón
En paralelo a la formación del Valle de Ansó se encuentra el municipio de Hecho, con cerca del millar de habitantes dando nombre a este magnÃfico valle que recorre el rÃo Aragón Subordán entre la frontera francesa y la huerta de Embún.
Una pista forestal de diez kilómetros de longitud une las capitales de ambos valles, que rivalizan en belleza, abolengo y fidelidad a sus respectivas tradiciones. La orografÃa de Hecho es aún más abrupta que el relieve de Ansó y presenta grandes formaciones rocosas que suelen ser cita de los aficionados al montañismo y a la escalada.
Muy cerca de este municipio, en Huesca, a tan sólo dos kilómetros se encuentra Siresa, una diminuta aldea famosa principalmente por su bonito monasterio, probablemente el más antiguo de la región aragonesa. Galindo Aznárez fundó este templo aproximadamente por el año 833, cuando estas tierras eran aún vasallas de Carlomagno y el Pirineo fue un medio de entrada de otras corrientes artÃsticas.
En el año 1082 el monasterio adoptarÃa la regla augustiniana. Alfonso I se crÃo en él y como agradecimiento confirmó todos sus privilegios en 1116. La fábrica llama la atención por su extrema sobriedad, sin concesiones a ningún tipo de ornamentación exterior: bloques de sillar -algunos de hasta tres metros de espesor- desnudos, arcadas y portales estrictos. Tan adusto, que alguna de sus perspectivas se asemeja más a uno de esos grandes silos del campo aragonés que a un recinto eclesiástico.
En un primer aspecto coincide con los cánones artÃsticos del románico, pero algunos detalles en los arcos ciegos, en la planta, en el ordenamiento de los volúmenes y , sobre todo, en el contexto histórico del lugar, llevan a pensar en un origen carolingio y a fechar la fecha de construcción en esos años, entre el 833 y el 840. Por otro lado, si nos centramos en las caracterÃsticas estéticas del lugar diremos que su planta es de cruz latina cubierta por la bóveda de cañón, con ábside circular.
A falta de campanario o cimborrio, se yergue una espaldaña en cada una de sus fachadas. El interior guarda varios retablos y piezas góticas de considerable valÃa.
Foto VÃa: rv31