Palacio de Rajoy en Santiago de Compostela
En mi primera visita a Santiago de Compostela me ocurrió que, claro, con la emoción de querer apreciar con todo lujo de detalles la añorada Catedral de la ciudad, apenas presté atención a todo lo que habÃa alrededor. Tan sólo el entramado de callejuelas de su centro histórico, las innumerables tiendas que lo jalonan, y, cómo no, la vista esplendorosa de la Catedral, fueron mis únicos argumentos.
Más adelante, en posteriores visitas, estuve más atento a todo lo que de bueno y notable nos puede ofrecer una ciudad, coqueta pero monumental, como Santiago. Uno de estos edificios que se me perdieron de vista aquella primera vez fue el elegante Palacio de Rajoy, de cuatro pisos, que se sitúa en la misma Plaza del Obradoiro, frente a la Catedral.
Es un edificio de cuatro pisos, con una sucesión de arcos en la parte baja, muy caracterÃstico de las construcciones gallegas. Fue diseñado por Charles Lemaur, francés, en un claro estilo neoclásico. Es muy simbólico el triángulo central, con la figura de Santiago, en clara referencia a la Batalla de Clavijo, en la que según cuenta la leyenda, se apareció el santo para defender a las tropas españolas.
Hoy en dÃa el Palacio de Rajoy alberga el Ayuntamiento y es la sede del Parlamento de Galicia, la Xunta. Toma su nombre de Rajoy por el obispo que instigó su construcción, y en principio se usó sobre todo para temas eclesiásticos. En primer lugar, y por encima de todo, se trataba de una residencia para el numeroso personal de la catedral, tanto sacerdotes como coristas.
Se cree que muchos de estos sacerdotes eran bilingües, ya que debÃan conocer las lenguas extranjeras de los numerosos peregrinos que provenÃan de todas las partes del mundo. A estos sacerdotes se les conocÃa comúnmente como los «lenguajeros».
Otros usos que se le dio a este edificio, aparte de su actual sede, fue el de prisión. Hoy en dÃa, representa un logrado ejemplo del patrimonio arquitectónico de Galicia, y es uno de los cuatro grandes edificios que se erigen en la famosa Plaza del Obradoiro. Arriba del todo, fijaos bien en la gran estatua de Santiago, llegando en ayuda de los españoles.
Por tanto, la próxima vez que visitéis Santiago de Compostela, no os quedéis únicamente como yo, con la joya de efigie de la Catedral. Frente a ella se levanta otro interesante edificio, el Palacio de Rajoy. ¡Vale la pena apreciarlo!.