Ochagavía, un pequeño mundo mágico

Ochagavia

Hoy hablaremos de un pequeño y mágico pueblo de Navarra. Si visitamos Ochagavía (Otsagabia en Euskara), la primera impresión que nos llegará será la de insertarnos en una pequeña maqueta de cartón y frío. Situado al norte del Valle de Salazar, a 764 metros sobre el nivel del mar, Ochagavía se encuentra al lado del famoso bosque de Irati, uno de los pulmones del norte de la península.

Está considerado como uno de los pueblos más emblemáticos de Navarra y es que no es para menos. Caracterizado por el puente medieval, calles empedradas, casas muy cuidadas y rodeado por bosques milenarios, ríos con aguas que descienden directamente de las nieves y altas cumbres (pues Ochagavía se sitúa cerca de los Pirineos navarros) si viajamos para un fin de semana, seguro que nos vendrá en gana quedarnos toda una semana.

En cuanto a la visita, en la arquitectura civil podemos destacar la casa sin duda más característica del País Vasco y Navarra, esto es, el Caserío. Destacado por tejados muy inclinados de teja plana, con alguna que otra gran casa de sillería con amplios portalones y escudos, nos sentiremos directamente transportados a siglos de distancia. También podemos destacar los palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría así como algunas casas blasonadas de los siglos XVIII y XIX.

Quizás la obra más importante en cuanto a la arquitectura civil se refiere sea el “puente de piedra” o el puente medieval que cruza de un lado para otro el río Aduña.

Si visitamos la arquitectura religiosa del pueblo nos quedaremos sorprendidos de las sorpresas que nos tiene escondidas Ochagavía. Podemos, por ejemplo, comenzar por la iglesia de San Juan Evangelista, una monumental obra con restos de la época medieval (hacia el 1.200) y de los siglos XVI y XVIII. Lo más destacable son los tres retablos (de 1574) que nos dejarán con la boca abierta.

En el coro también se conservan catorce sillas con hermes y figuras desnudas en los apoyaderos de los brazos y respaldos lisos a excepción del principal. Otro templo religioso esplendoroso es el Santuario de Nuestra Señora de Muskilda. Se trata de una ermita románica del siglo XII que fue restaurada a mediados del XVII.

En fin, podríamos alargar sin fin este post pero lo dejaremos para otro día. Ochagavía es un pueblo-maqueta que atrapa, que te coge, te remueve por dentro y te expulsa en sus calles rodeado de gente que mantiene sus tradiciones más antiguas y edificios que nos darán a entender ese algo especial que tiene toda esta zona pirenaica de Navarra. Algo imprescindible de visitar antes de morir.

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