Islas Cíes, espectaculares acantilados

Islas Cies

Realmente sobra decirlo, pero España da para mucho. La prueba la tenemos en el post de a continuación, las islas Cíes nos sorprenden en el cierre de la boca de la ría de Vigo como paisajes extraídos de Escocia o Irlanda, incluso, si se me permite, un poco más bellos.

Todo la costa española que da al Océano Atlántico es espectacular y las islas Cíes lo demuestran. Con tan solo tres habitantes, son tres las islas que forman el Parque Nacional de las Islas Cíes: Monteagudo (o del norte), del Faro (o del medio) y de San Martiño (o del sur).

Las islas ocupan en total un perímetro de 433 hectáreas y componen, por decirlo de alguna manera, una especie de cadena montañosa que desde cercanas a 200 metros caen de repente y precipitadamente en impresionantes acantilados hacia el frente oceánico. De hecho funcionan como muro de contención frente a los vientes del oeste y, curiosamente, a esta brava y escarpada belleza se contraponen como por arte de magia las apacibles playas besadas por pinares que miran la ría de Vigo.

La historia de las islas Cíes también merece la pena contarla. Pisada por los celtas, los fenicios y los cartagineses, el nombre de la isla viene del nombre que le pusieron los romanos, a saber, Siccas. No obstante su colonización no llegó hasta la fundación del monasterio benedictino e iglesia dedicada a San Esteban y San Martín. Fue declarado Parque Natural en 1980 y Parque Nacional en el 2002 junto a las islas Ons, Sálvora y Cortegada.

Las islas Cíes poseen la colonia peninsular de gaviotas argénteas más nutrida del país y a su alrededor nidifican vencejos reales, cormoranes moñudos y araos. También se pueden vislumbrar reptiles curiosos e interesantes muestras de flora atlántica.

Se puede llegar a ellas desde Vigo o Bayona y tiene una entrada limitada de 2.200 personas al día. En fin, un lugar como este merece limitación, es decir, un lugar como este no lo podemos encontrar en cualquier sitio de nuestro país. Es una zona escarpada, montañosa, verde y a la vez marítima. Es un lugar único, lugar que nos evoca paisajes y leyendas únicas y nos dispara la imaginación pensando en el tremendo historial de seres mágicos que habitan estas zonas.

Resumiendo, si se está en Vigo es imprescindible visitarlo.

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Sin comentarios

  1. maria dice:

    es precioso no tengo palabras

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