Una visita a la villa de Torla
Muy cerca ya de la frontera con Francia y por lo tanto muy visitado por los vecinos de aquel paÃs, Torla es un pequeño pueblo de montaña, de una belleza excepcional, con una población de trescientos diecinueve habitantes.
Se encuentra a 92 kilómetros de Huesca, y es una de las entradas principales al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, asà como un centro de operaciones inmejorable para el desarrollo de actividades en la naturaleza y el turismo de aventura.
Cinco formidables montañas parecen custodiar la villa: Mondiciero (2.296 metros), Litro (2.019), Diazas (2.237), Duáscaro (2.150) y Mondarruego (2.848). Un barranco cierra el paso a las casas montañesas. Torla parece un pueblo sitiado por las fuerzas de la naturaleza.
Un paseo es una visita obligada en un pueblo como Torla de calles estrechas y empinadas, pavimentadas con losa o canto rodado a la antigua usanza. El caserÃo está construido en piedra rojiza aunque algunas casas aparecen blanqueadas, con tejados de pizarra a doble vertiente. Muchas casas muestran el escudo de armas de sus antiguos moradores, y algunas ventanales góticos y portales adovelados; no escasean los balcones corridos con barandas de madera ni las solanas. La plaza mayor posee un bello conjunto de soportales con arcos rebajados.
Uno de los lugares más emblemáticos de Torla es la iglesia parroquial de San Salvador, un templo rústico y severo de fábrica románica. Su construcción se llevó a cabo entre los siglos XIII y XVII. En sus dependencias se custodia una valiosa pieza: la cruz procesional gótica de plata, adornada con estatuillas y pináculos (siglo XVI). También cuenta con un interesante conjunto de retablos. Junto a la iglesia está el museo Etnológico, antiguo castillo construido entre 1520 y 1530. Conserva algunos elementos y las pinturas murales de la cripta que datan del siglo XVII.
Por otro lado tenemos la Casa de Viu, situada en la calle Lerabarbero, junto a un prado con frescos y nogales orientado hacia las alturas de Ordesa, ha sido declarada Monumento Histórico-ArtÃstico. A través del pórtico blasonado se accede al patio central. Las construcciones que lo envuelven son de los siglos XVII y XVIII. De su aspecto exterior destacan la galerÃa de amplias proporciones y el ventanal con alero de la segunda planta.
Foto VÃa: sercomi