Estella, capital del románico en Navarra

Estella

Estella está considerada la capital del románico en Navarra. Situada a 45 kilómetros de Pamplona, en la comarca de Tierra Estella, es uno de los principales destinos turísticos de la región. Ligada desde siempre al Camino de Santiago, aparece a los pies del río Ega, rodeada de montañas.

Fundada a finales del siglo XI, desde sus orígenes los peregrinos han sido la fuente principal de su economía. Gracias en parte al Camino hoy cuenta con un magnífico patrimonio monumental. Tanto es así que en muchos folletos turísticos puede leerse una de sus denominaciones: la Toledo del norte.

Podemos iniciar nuestra visita en la Plaza de San Martín, en la que se encuentran el antiguo Ayuntamiento del siglo XVIII y la Iglesia de San Pedro de la Rúa, uno de los mejores edificios religiosos de Estella. Data del siglo XIII y destaca especialmente por contar con uno de los claustros románicos más bonitos del norte de España. Con esta iglesia y este claustro se inicia también la ruta románica de la ciudad.

Frente a la iglesia otro de los mejores ejemplos del románico en Navarra, el Palacio de los Reyes, construido en el siglo XII y que hoy alberga el Museo Gustavo de Maeztu. Siguiendo el itinerario románico hay que visitar la Iglesia de San Miguel, también del siglo XII, la del Santo Sepulcro, que aúna elementos góticos en su construcción, y el Convento de Santo Domingo, este un poco más tardío ya que corresponde al siglo XIII.

Continuaríamos admirando el patrimonio monumental de Estella con ejemplos como la Puerta de Castilla, la única que aún queda en pie de las que formaban parte de las viejas murallas; el Palacio del Gobernador, erigido en el siglo XVII y que hoy sirve para visitar el Museo del Carlismo (a Estella también se la considera la capital del carlismo); y el Convento de las Recoletas.

Podríamos seguir visitando más pequeñas iglesias y conventos, perdernos por la Plaza de los Fueros, sede del mercado todos los jueves, o salir a la cercana Plaza de Santiago y subir a la Basílica de la Virgen del Puy. En Estella no tendríamos tiempo para aburrirnos. Sería saborear arte e historia por todos los rincones.

Merece por tanto acercarse a Estella, ya sea en relajada excursión o siguiendo los pasos del Camino de Santiago. Ya que estáis no dejéis de probar sus excelentes quesos, el pimiento del piquillo y el gorrín asado. Y, cómo no, asomaros al famoso puente medieval de Estella, una de las postales más emblemáticas de la población.

– Información práctica para viajar a Navarra

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