Sugerencias para San Valentín en Barcelona

San Valentín

Se acerca el 14 de febrero, y con él, una fecha de lo más señalada para muchas parejas: el día de San Valentín, patrón de los enamorados. Se dice que el origen de esta fiesta tiene su comienzo hacia el año 498, momento en que el papa Gelasio I decidió incorporarla al calendario.

El pontífice quiso recordar así a un médico romano ordenado sacerdote que, en tiempos del emperador Claudio II, casaba en secreto a los soldados. Tras ser descubierto, el mandatario ordenó la decapitación de Valentín en el año 270 d.C., ya que consideraba que el matrimonio era incompatible con la carrera militar.

Afortunadamente, esta festividad adquiere en la actualidad un cariz mucho más amable. Este año, además, puede tener un escenario muy especial: la ciudad de Barcelona.

Resulta imposible condensar en tan pocas líneas las múltiples propuestas para disfrutar de este día en el marco incomparable de la capital catalana. En cualquier caso, una excelente opción es pasear por las recoletas y encantadoras callejuelas del barrio Gòtic, que encierran rincones tan mágicos y cautivadores como la tranquila y evocadora plaza de Sant Felip Neri (presidida por una magnífica fuente), el claustro de la Catedral de Barcelona, o la bonita calle del Bisbe, que discurre junto a ésta.

Pero si existe en la Ciudad Condal un rincón especial para las parejas, éste es sin duda el Parc del Laberint. Este magnífico recinto, poseedor de los jardines más antiguos de Barcelona (algunos datan del siglo XVIII), tiene como atracción central un laberinto romántico formado por 750 metros de cipreses recortados. El precio de la entrada no llega a los 3 euros, por lo que bien merece una visita. A su vez, está relativamente cerca de la parada de metro de Vall d’Hebron (L-3 y L-5).

Asimismo, tampoco hay que perderse otro parque de cuento: el Park Güell (1900-1914), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Diseñado por Antoni Gaudí como una ciudad jardín, este lugar constituye una simbiosis perfecta entre naturaleza y arquitectura modernisma.

Y para poner la nota dulce al día, ¿qué mejor manera que adquiriendo algún capricho en la famosa bombonería Godiva (C/ Balmes, 147, parada de metro de Diagonal, L-3 y L-5)?

De todos modos, y aunque el callejero de Barcelona despliega un abanico inagotable de lugares más que aconsejables, existe obra manera de descubrir la ciudad. ¿Qué tal disfrutando de Barcelona desde el aire? En la actualidad, hay varias compañías que ofrecen rutas en helicóptero para conocer esta fascinante urbe a vista de pájaro.

Y por un poco más, también es posible ampliar este original vuelo hasta uno de los puntos más emblemáticos de la geografía catalana: Montserrat. De hecho, esta sierra de formas sinuosas e imposibles constituye un espectáculo natural inenarrable.

Y si se quiere pasar un día más tranquilo, lejos del ajetreo de las grandes aglomeraciones urbanas, nada mejor que alquilar un coche y desplazarse hasta el bucólico municipio de Rupit i Pruït. Situado en la hermosa comarca de Osona y salpicado de casas de piedra del siglo XVII, este encantador pueblo tradicional transportará al visitante a otra época. Por supuesto, no hay que dejar de pasear por su precioso puente colgante.

En cualquier caso, resulta obligado vivir la hora del ocaso en Barcelona ciudad, ya sea paseando por Les Rambles —una de las arterias más concurridas y coloristas— o disfrutando de los dos mejores miradores con los que cuenta la capital de Cataluña: las montañas de Montjuïc y el Tibidabo. Además, si se quiere gozar de una vista nocturna única mientras se degusta una buena cena, nada mejor que optar por dos de los restaurantes más representativos de estas dos atalayas de excepción: El Xalet y Mirablau, respectivamente.

Una opción mucho más asequible para la hora de cenar, aunque no por ello carente de encanto y buenos platos, sería la crepería bretona Krampus (C/ Saragossa, 89, junto al metro de Lesseps, L-3).

Y por supuesto, por lo que respecta al alojamiento, la mayoría de establecimientos hoteleros han querido sumarse al día de San Valentín con interesantes ofertas.

Buena muestra de ello es el Hotel Icària, que ofrece bombones y una botella de cava en la habitación y un pequeño detalle para los huéspedes, además de salida tardía. Asimismo, quienes tengan un presupuesto más elevado pueden optar por pasar la noche en el exclusivo Hotel Casa Fuster, un hotel de gran lujo que cuenta con veladas de jazz en el Café Vienés desde las 23.00 h. Por su parte, el Hotel Torre Catalunya (en la foto) regala la estancia de tu pareja.

Y finalmente, para gays y lesbianas, también se podrá disfrutar de una velada inolvidable en el Hotel Axel, situado en el barrio del Eixample, donde ofrecen chanpagne en la habitación y entrada libre al spa.

¡Feliz San Valentín!

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