La misteriosa Plaza de San Felipe Neri en Barcelona

Plaza de San Felipe Neri en Barcelona

No andéis nunca despistados por las calles de Barcelona. Escondidas en muchos rincones del Barrio Gótico de la ciudad hay una serie de joyas que, quizás tímidas con el paso del tiempo, no se suelen dejar ver. Son esquinas con encanto, esquinas que destilan el sabor de lo antiguo.

Y es que cuando visitas Barcelona, no todo lo encontraréis en las guías de viaje. Fuera de ellas seguro que hay algo que nos dejamos en el tintero. La mayoría de estas pequeñas joyas suelen encontrarse por casualidad, en un paseo, en una simple mirada perdida. Muchas de estas pequeñas joyas se encuentran en la Plaza de San Felipe Neri, en el Barrio Gótico de Barcelona. Un lugar poco visitado, pero…

Historia de una plaza herida, la de San Felipe Neri…

La Plaza de San Felipe Neri parece escondida tras la arquitectura gótica del barrio. Es tímida, sí, un poco. En tiempos antiguos fue un cementerio medieval, y se halla a pocos pasos, por una calle lateral, de la Catedral de Barcelona. Teniendo en cuenta el estado en el que se encuentra la calle, estrecha y con malos olores, es normal que la gente no pase por ella. Pero, ¿saben en algún momento lo que se pierden?.

Laberintos de calles entrecruzadas, muchas de las cuales parecen doblarse sobre sí mismas, para hacer de nuestra aventura una vuelta al mundo de lo intrigante y lo viejo. La plaza tiene dos entradas. Yo os recomendaría visitarla dos veces, una de día, para apreciar todo su esplendor, y otra en la noche, cuando todo se detiene, menos la magia…

Caminando por la angosta calle que conduce hasta la plaza, llena de luces burbujeantes de gas, nos adentramos en una atmósfera solemne. El callejón termina abruptamente en un arco, el umbral de la plaza. A partir de aquí, dejaréis paso al asombro. Pequeña e íntima, silenciosa y callada, la Plaza de San Felipe Neri se abre como si una mano os invitara a entrar en  el jardín de los sueños.

Plaza de San Felipe Neri

De forma rectangular, está flanqueada por varios edificios importantes, como el pequeño museo de zapatos históricos, el Hotel Neri, pequeños apartamentos, una iglesia de estilo barroco y una escuela. El centro está dominado por una hermosa fuente circular y un árbol antiguo, muy alto. Pero… no hay ruido… Durante el día cantan los pájaros, y la fuente…

Por la noche sólo se oye el suave tintinear de las copas de vino en la terraza del Hotel Neri. Silencio, no hay tráfico, ningún ruido que destape la colcha de la calma.

La historia cuenta que, durante la Guerra Civil española, una bomba cayó en la plaza, mordiendo con su metralla las paredes de la iglesia. Aún pueden verse las cicatrices que presenta la piedra del templo. Algunos piensan que no fue así, que hubo algo más… Fusilamientos, atrocidades… todo forma parte de la leyenda y el misterio que envuelven este lugar.

Verdaderamente, teniendo en cuenta la forma de estas cicatrices, lo primero que se nos viene a la mente son los agujeros producidos por una bala. Cuentan que la plaza fue utilizada como lugar de ejecuciones. Las víctimas se alineaban contra la iglesia, y eran fusilados a quemarropa. Los que no creen esta versión, suelen decir: si fuera cierto lo de los fusilamientos, ¿porqué hay agujeros de bala tan altos en las paredes de la iglesia?.

Muchos sucesos inexplicables sucedieron en la Guerra Civil, qué os vamos a contar… La memoria a veces borra todo recuerdo, y simplemente da paso a la leyenda, al misterio. Así queda mejor…

Sentaros junto a la fuente del centro, mirando sus aguas tranquilas, e imaginar por un momento los acontecimientos que tuvieron lugar aquí hace muchos años. Hoy un oasis de calma rodea nuestros recuerdos. Los ecos de las víctimas flotan en el aire. El misterio se impregna en nuestros ojos, en esta plaza que ha llegado a un punto muerto, como si a ella también la hubiesen fusilado contra las paredes, y a quemarropa.

Para seguir conociendo la ciudad

Foto 1 Vía Flickr
Foto 2 Vía Biztravels

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2 comentarios

  1. Ramon dice:

    En ella esta mi corazon

  2. Jordi dice:

    No hay ningún misterio acerca de las “cicatrices” que tiene la plaza. Fueron los aviones fascistas los que descargaron toneladas de bombas sobre la ciudad. Una de ellas entró por una ventana de la iglesia (que se usaba como refugio) y murieron 42 personas, 30 ellos niños (muchos de Alcalá de Henares, refugiados). Luego el franquismo se encargó de difundir la idea de que habian sido fusilamientos republicanos.

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