La Ermita de San Juan de Gaztelugatxe
Un bello silencio atraviesa la brisa marina. Bosques y valles toman al mar de la mano como una pareja de enamorados. Un santuario de rocas y acantilados abre sus puertas al goteo incesante de la espuma de las olas. A orillas del mar Cantábrico, en pleno corazón de Vizcaya, entre las localidades de Bermeo y Guernica, se levanta un gran peñasco, al que dicen que en época remota trepó San Juan Bautista. En su cima, solitaria, dibujando la panorámica más bella del horizonte, se despierta la Ermita de San Juan de Gaztelugatxe.
Al norte, la isla de Izaro, hermosa testigo del fastuoso marco que nos contempla. A su lado, el Cabo de Ogoño guarda la desembocadura de la rÃa de Urdaibai, Reserva Natural de la Biosfera desde 1984, como un preciado paño de luz y verde. Y la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, allÃ, en lo alto, tras su larguÃsima escalera de más de 300 peldaños. El peñasco está unido a la isla por un pequeño hilo de piedras, las escaleras por donde, allende los tiempos, San Juan Bautista contemplara la hermosura sin igual de estos parajes.
Subiendo las escaleras es imposible no volver la vista atrás a cada paso y contemplar la belleza del lugar, asomarnos al mar que ruge desaforado, contemplar al fondo el puerto pesquero de Bermeo, los islotes que sobresalen como saludos que nos regala la naturaleza.
Una vez arriba, nos acercamos a la ermita a paso lento. El viento a esta altura sopla fuerte, embravecido. El templo es pequeño, recoleto, una sola nave de planta rectangular. Las vistas que se nos presentan son maravillosas: enormes acantilados, la playa de Bakio, una gran porción de la cornisa cantábrica. Según la leyenda, al llegar a la cima debemos golpear la campana de la ermita tres veces y pedir un deseo…
La ermita presenta paredes de albañilerÃa reforzadas con contrafuertes. El tejado es a dos aguas, excepto en la parte más delantera. En la parte sur de la misma se encuentra un hermoso pórtico, que da al mar. No se sabe con exactitud cuándo fue la fecha de su construcción, quizás sobre el siglo X, aunque la ermita actual no es la que se encontraba originariamente, pues fue restaurada en 1886. Se cree que pudo ser un monasterio templario.
San Juan de Gaztelugatxe recibe numerosas peregrinaciones de turistas. Además de las visitas de ocio, la ermita es un gran punto de devoción de los habitantes del lugar, sobre todo los pescadores. Precisamente, la tradición dice que éstos han de dar tres vueltas en redondo con sus barcos cada vez que pasen por delante de la ermita. En el mes de junio se realiza una peregrinación hasta la cima, celebrándose una procesión el 24, dÃa del santo. A medianoche, la ermita se llena de fieles para asistir a la EucaristÃa. Es un momento realmente emocionante el que se vive en la cima de la roca
Podemos visitar la Ermita todos los dÃas de 11.00 a 18.00 h. Los sábados por la mañana, un grupo de voluntarios de Bermeo sube hasta el lugar para limpiar la ermita. Con mucha amabilidad, se ofrecen para indicarnos todo aquello que queramos preguntarle sobre la ermita y sus alrededores.
Cómo llegar
Para llegar por carretera, es preciso tomar la BI-3101 entre Bakio y Bermeo, Si llegas en coche, éste se puede dejar aparcado justo en la base de la ermita, pues hay una pequeña explanada con varias plazas de aparcamiento, aunque en dÃas con cierta afluencia uno se arriesga a tener que subir de nuevo por falta de espacio.
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Un hermoso paraje para perderse en el horizonte del mar y apacig¨ar el espiritu,dejando que la bruma del mar se lleve las incertidumbres y las penas.Os lo recomiendo si lo que buscais es un poco de tranquilidad.
Esta entre Bermeo y BAkio, no Guernika
Las escaleras que yo he contado son 225 tanto de subida como de bajada.Merece la pena ir a verlo y subir hasta arriba.Saludos