Cuatro castillos fronterizos en España

 Castillo de la Mota

¿Os habéis fijado alguna vez la cantidad de ciudades españolas cuyo nombre acaba en «de la Frontera»?. Todas esas ciudades fueron en su momento frontera con los territorios musulmanes. Fronteras que debían defenderse fuera como fuese. Gracias precisamente a ello, España es tierra de castillos. De los muchos que nos podemos encontrar en su geografía, nosotros hemos escogido hoy cuatro.

El primero de ellos es el Castillo de Olite, en Navarra, que más bien parece palacio que castillo, como muchos habitantes de la ciudad nos indican. Aquí vivió precisamente el rey navarro Carlos III el Noble, allá por los siglos XIV y XV. Tanta residencia real no podía por menos que sorprendernos. El Palacio Viejo, sin ir más lejos, se ha convertido hoy en Parador Nacional donde podemos hospedarnos.

De allí podemos dirigirnos al Castillo de la Mota, en el pueblo de Medina del Campo, en la provincia de Valladolid. A primera vista es una impresionante fortaleza construida sobre las ruinas de un antiguo baluarte musulmán, durante los siglos XIII, XIV y XV. Se levanta sobre un montículo, desde donde las vistas del campo castellano resultan espectaculares. Dicen los habitantes y la historia del lugar que, en su época de máximo esplendor, fue el castillo militar mejor defendido de Europa.

Ahora le toca el turno al Castillo de Almansa, en Albacete. Ya los romanos construyeron aquí una fortificación, de la que aún quedaba una torre en el siglo XVII. El castillo actual es obra del infante Don Juan Manuel en los siglos XIII y XIV. El Castillo de Almansa sirvió para defender la frontera entre el reino sarraceno de Murcia y el cristiano de Aragón.

Para terminar nos acercamos hasta Sevilla, para visitar el Alcázar de la ciudad. Realmente se trata de una más de las maravillas árabes que podemos encontrar en España. La construyó Abderraman III en el siglo X, sobre la antigua basílica visigótica de San Vicente, que a su vez se levantaba sobre una fortaleza romana. En su interior podemos observar el Jardín del Crucero y el Palacio del Yeso, una de las escasas obras civiles almohades que aún se pueden ver en España.

Después de la reconquista de Sevilla, los reyes castellanos Alfonso II y Pedro I, construyeron en su interior la Sala de Justicia y el Palacio Mudéjar.

Como véis, estos son sólo algunos de los ejemplos de castillos y fortalezas medievales que cubrieron muchas de las fronteras españolas. Hay muchos más, qué duda cabe. Ese es el verdadero tesoro de nuestro país. Nos queda visitarlo.

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