Dónde comer en Málaga

Donde comer en Málaga

Bien se trate de almorzar o de cenar, para que sepáis dónde comer en Málaga, es mi intención proponer una variedad de formas, especialidades y establecimientos dentro de la amplia oferta gastronómica que ofrece la ciudad de Málaga, para así satisfacer los diferentes gustos que cada cual pueda tener o desear en cada momento, quedándo tán solo el requisito necesario para su disfrute de disponer de un buen apetito, cosa que con toda seguridad se verá estimulado nada más atravesar el umbral de cada uno de los lugares que sugerimos.

Dónde comer en Málaga en el centro

Para aquéllos que gustan de tapear mientras hacen una visita a la ciudad y alternar ambas cosas, dentro del centro histórico de la ciudad, está el Bar Lo Güeno, en la calle Marín García, con una amplísima gama de tapas, así como el Bar Orellana, en la calle Moreno Monroy, ambos con mucha solera; y frente a éste La Moraga, más actual y de tapas selectas.

Siguiendo en la línea del «tapeo» otra interesante ruta puede ser irnos «de tascas por el centro de Málaga», para acompañar las ricas tapas malagueñas con los excelentes vinos de Málaga; para ello están la Antigua Casa de Guardia, en la Alameda Principal; las Bodegas Quitapenas, en las calles Marín García y en el Pasaje de Chinitas; La Tasca, en la calle Marín García, junto a aquélla; Las Garrafas, en la calle Mendez Núñez, La Campana, en la calle Granada o las Bodegas El Pimpi, en la misma calle Granada.

En una pequeña calle que va desde la Alameda Principal a la calle Martínez, llamada calle Comisario, se abren varios pequeños locales que ofrecen gambas a la plancha y pescaíto frito.

Frente a esta calle, en la calle Antonio Baena Gómez, está La Cueva, un anchuroso local que ofrece buenos productos ibéricos.

Continuando en el centro, para comer en Málaga, otro establecimiento que ofrece unas buenas frituras de pescado es Mesón Santiago, en la calle Correo Viejo; y otros que además de disponer de mesas cuentan con una magnífica barra, tales como Mesón la Cepa, en la calle Strachan, en el que destacan las especialidades de bacalao, al igual que el Mesón El Trillo, en la calle Don Juan Díaz, esquina calle Larios, bacalao, frituras y carnes rojas, son sus especialidades.

En la calle Trinidad Grund, el Restaurante La Ménsula, estupendos buchones de rosada y las frituras. De una buena mesa y una amplia barra también dispone el restaurante La Reserva del Pastor, en la calle Sanchez Pastor, con unas excelentes especialidades malagueñas.

Comer en Málaga fuera del casco histórico

Fuera del casco histórico de la ciudad, existen otros magníficos restaurantes donde comer en Málaga, referentes de la gastronomía local, tales como el Restaurante el Refectorium, en la calle Cervantes, en la Malagueta, especializados en la cocina tradicional, siendo excepcionales su ensaladilla rusa y la fritura de pescado; el Restaurante Café de París, en el Puerto de Málaga, con una excelente cocina de mercado, premio guía Michelín; al igual que lo es el Restaurante Figón de Juan, en la calle Pasaje Esperanto, en la zona del centro nuevo de la ciudad, que ofrece una cocina tradicional, donde destacan los platos de pescado.

Al este de la ciudad, por la bonita zona de El Limonar, está el Restaurante María, en la avenida Pintor Sorolla, en una ambiente cálido y afable ofrecen unos buenos platos de cuchara y unas estupendas carnes y asados.

En el otro extremo de la ciudad, al oeste, el Restaurante El Botijo, en la avenida de los Guindos, con unas buenas carnes y asados, siendo excelente la paletilla de cordero.

Pizzerías, chinos, japoneses, parrillas argentinas, mexicanos, etc., de todos hay para comer en Málaga, pero no hay que olvidar algo tan nuestro como los «chiringuitos», donde poder tomar unos tomatitos picados, unos pimientos asados y unos «pescaítos fritos», acompañados de una cerveza, un tinto de verano o una sangría bien fresquitas, contemplando el maravilloso mar o disfrutando de una agradable noche de verano.

Recordad que para chiringuitos de playa, tanto el paseo marítimo de la ciudad, como en el barrio de Pedregalejos, te podrás tomar los más típicos espetos de sardinas.

Algo también muy nuestro es subir a los montes de Málaga, desde donde se obtienen una buenas vistas de la ciudad y del mar, entrar en una de las muchas Ventas que hay y pedirse un contundente «plato de los montes».

Para los más «golosillos» y puesto que la repostería malagueña también es estupenda, dentro del casco histórico, se pueden conseguir unos dulces exquisitos, en Aparicio, en la calle Calderería; en Ávila, en el Pasaje Salinas o en Anglada, en la calle Puerta del Mar.

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