Laredo, el puerto azul del Cantábrico

Vista de Laredo

Vista de Laredo

En más de una ocasión nos hemos referido aquí a la belleza que presenta nuestro singular norte de España. Pueblos de gran riqueza paisajística, hermosas playas, el verde y el azul en un abrazo constante, y un ambiente maravilloso de relax y tranquilidad. Hoy os invitamos a otro de estos lugares que aúna todo lo que os referimos. Se trata de Laredo, en Cantabria, una pequeña población de casi 15.000 habitantes, donde el puerto pesquero y su enorme playa de La Salvé conforman sus enclaves más turísticos e interesantes. Os mostramos un poco de Laredo.

A partir del año 1.038 un pequeño pueblo comienza a levantarse en torno al Monasterio de San Martín. Son pescadores que se sitúan en esta zona y forman las primeras cofradías pesqueras, convirtiéndola en una de las más antiguas de España. A partir de 1.200, Alfonso VIII concedió a Laredo el privilegio de ser uno de los puertos más importantes de Castilla en su comercio con las islas británicas. Precisamente Felipe II usaba el puerto de Laredo como base para sus viajes marítimos. No será hasta el siglo XIX cuando la ciudad comience también a vivir del turismo.

Qué ver en Laredo

El monumento más importante de la villa de Laredo, y que por tanto no debéis dejaros en vuestra visita, es la Iglesia de Santa María de la Asunción, del siglo XIII. Entrad en ella y contemplad el grupo escultórico del retablo de Belén, realizado en madera dorada. Ante este retablo juraban sus cargos los altos dignatarios de Laredo, y se postraba el propio Felipe II. De las capillas de la iglesia destaca la de los Escalante, de 1537, o la sacristía-museo, con una gran colección de arte y objetos litúrgicos.

A la salida de la iglesia nos encontramos con una sucesión de callejuelas que conforman la Puebla Vieja y el Arrabal. Entre estas calles se mezclan edificios góticos y renacentistas, con restos de las antiguas murallas medievales y algunas de sus puertas. Entre ellas veréis el portillo de San Marcial, la de Santa María la Blanca o el torreón de Bilbao.

Entre estas callejuelas, buscad la de San Francisco, y contemplad allí la casa de Zaráuz del siglo XVIII. La calle de San Francisco es una cuesta que termina en la plaza del Cachupín, donde veréis la casa de los Puntales o la del Clérigo Pelegrín. Muy cerca de allí observaréis el Convento de la Magdalena, hoy casa de los Villotas, y anexo a ella, el Convento de San Francisco.

Iglesia de Santa María de la Asunción

Iglesia de Santa María de la Asunción

Otra de las callejuelas que os recomendamos lleva por nombre San Martín. Allí nos asombra el curioso y casi caído campanario de una pequeña iglesia románica del siglo XIII. Enormes casonas se levantarán a vuestra mirada, como la de Gutiérrez de Prada, o la de la Familia de la Hoz. Aquí también conectaréis con la muralla, la cual una de sus paredes está adosada con otra preciosa casa, la del Condestable.

Pasad ahora a la travesía del Espíritu Santo y visitad la iglesia del mismo nombre, de estilo románico. Desde allí se puede observar la plaza de la Villa, con el Ayuntamiento y la casa de la Familia Mar. Desde allí, tomamos la calle San Marcial, muy histórica ya que, en una de sus casas palacio se hospedaron Isabel la Católica, su hija Juana y Carlos V.

Os recomendamos visitar Laredo en agosto, ya que el último viernes de este mes tiene lugar la tradicional Batalla de las Flores. En dicha fiesta se engalanan carrozas con flores y se organiza un grandioso desfile, cuyo precedente se celebró en el mar en 1908. Junto a los carnavales populares de febrero, esta fiesta está declarada de Interés Turístico. También se celebran en Laredo los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria.

Para degustar en Laredo, nada mejor que la marmita de bonito, o un plato de congrio, manjar que ya reflejara el Arcipreste de Hita en el Libro del Buen Amor. También os gustará el arroz a la pejina, las magníficas sardinas asadas y la famosa ventresca, junto al besugo. Todo ello bien acompañado de un buen vino de la zona, o una copa de sidra.

Cómo llegar a Laredo

Laredo se encuentra a poco más de 30 kilómetros de los aeropuertos de Bilbao y Santander. Si optáis por el tren, la estación de Laredo más próxima es la de Treto, a 5 kilómetros de la ciudad. Lo mejor entonces puede ser llegar en autobús o en coche.

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