Un viaje por la Ruta de la Plata

Sevilla

Durante la Edad Media, los mozárabes de Al-Andalus viajaron a lo largo de la Ruta de la Plata para peregrinar a Santiago de Compostela. Durante el período de colonización americana, esta ruta facilitaba el acceso a Sevilla, donde se embarcaba rumbo a América. La Ruta de la Plata comienza en Oviedo, y va de norte a sur recorriendo hasta ocho provincias. Vamos a seguir los pasos de aquellos antiguos peregrinos…

Nuestra particular Ruta de la Plata la comenzaremos en Sevilla, visitando la Catedral, su Patio de los Naranjos y la cercana Giralda. De allí, entraremos en los Reales Alcázares, y pasearemos por las estrechas callejuelas del Barrio de Santa Cruz. La ribera del río Guadalquivir nos mostrará la figura de la Torre del Oro y la Plaza de Toros de la Maestranza.

Dejamos atrás Sevilla para irnos camino de Mérida, aunque antes nos detendremos en la ciudad de Zafra, para visitar el Alcázar de los Duques de Feria, hoy Parador de Turismo. En Mérida comenzaremos nuestra visita atravesando el famoso Puente Romano sobre el río Guadiana, de 792 metros de largo. No nos olvidaremos del Teatro Romano, el Anfiteatro y otros palacios antiguos.

De Mérida seguimos nuestro camino hasta Trujillo, ciudad antigua fundada por los romanos y fortificada por los árabes. Su Plaza Mayor es exquisita, rodeada por la Casa de las Cadenas, la Torre del Alfiler y el Palacio de Orellana.

Oviedo

De Trujillo llegamos a Cáceres, comenzando nuestro recorrido en la Puerta Estrella y la Plaza de Santa María, con su Concatedral y el Cristo Negro del siglo XIV. Junto a ella se halla el Palacio Episcopal y el Palacio de los Golfines. No nos podemos olvidar en Cáceres de la Casa de las Veletas, la Iglesia de San Francisco Javier o la Casa del Comendador de Almuescar.

De Cáreces tomamos rumbo hacia Salamanca, parando antes en Plasencia y Hervás. Iniciamos el recorrido en Salamanca en su Plaza Mayor, para seguir por la Rúa Mayor y llegar a la Casa de las Conchas. De allí nos queda la Clerecía y, cómo no, el edificio de la Universidad. No olvidaros de la Catedral, tanto de la Vieja como de la Nueva, así como del Palacio de Monterrey o el Convento de las Dueñas.

Ahora nos toca llegar hasta Zamora, para recorrer su centro histórico y las principales iglesias de la ciudad, todas ellas construidas en el románico del siglo XII. De Zamora marcharemos hacia León, parando a comer en Benavente. En León tenemos la Basílica de San Isidoro, y sobre todo la exquisita Catedral.

Ya para concluir, desde León nos vamos hasta Oviedo, parando antes a visitar la Iglesia de Santa María del Naranco. En Oviedo pasearemos por su centro histórico, para conocer la Catedral, el Palacio de Valdecarnaza y las ruinas de la Iglesia de San Tirso. Para terminar, pasaremos por la Plaza de Porlier, rodeada de magníficos palacios, como el de Camposagrado y el de Toreno.

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