La Fiesta de las Cabezadas en León
Cuenta la tradición que en el año 1158 habÃa una gran sequÃa en la ciudad de León. A la espera de un milagro en forma de lluvia, el pueblo decide llevar en procesión a San Isidoro hasta Trobajo del Camino, cinco kilómetros a las afueras del centro leonés. Durante el trayecto, y de buenas a primeras, la urna donde se hallan los restos del santo comienza a pesar de forma considerable, y los mozos han de dejarla en el suelo. Justo en ese momento comienza a llover…
Sin embargo la urna con los restos de San Isidoro seguÃa sin poder ser levantada por el enorme peso. Al cabo de tres dÃas, en los que incluso la infanta Sancha, hermana del rey Alfonso VII, habÃa estado de oración y ayuno junto a la urna, aparecen tres niños que levantan la urna de forma milagrosa y la llevan de vuelta hasta la BasÃlica de San Isidoro.
De esta tradición parte la Fiesta de las Cabezadas, que se celebra cada año el segundo domingo después de Pascua. Una gran multitud se congrega en la Plaza de San Isidro. La Corporación Municipal llega con tres hachones de cera y un concejal delante que porta el pendón real donde son recibidos en el Claustro de la BasÃlica por el Cabildo de San Isidoro. El alcalde dialoga con la corporación, y al terminar cada momento de la conversación debe cumplir con el rito de hacer una reverencia o cabezada al Cabildo.
En total han de ser tres cabezadas de despedida y nunca darse la espalda. La conversación que mantienen el alcalde y el Cabildo versa sobre si la ofrenda es obligatoria o voluntaria. Ambos defienden su postura con datos históricos, pero siempre acabando con las reverencias del alcalde. La ofrenda de los hachones de cera es por agradecimiento a San Isidoro tras acabar con la sequÃa de 1158. En la plaza la banda de música interpreta el himno de León.
Este evento lleva en realidad el nombre de Fiesta del Foro u Oferta, aunque popularmente se la conoce como de las Cabezadas. Desde siempre para el Cabildo Municipal la ofrenda será voluntaria, mientras que para el Cabildo de San Isidoro es obligatoria. Asà viene siendo desde el siglo XIII, y asà se seguirá manteniendo esta conversación por igual.
Foto VÃa León Ocio